“Estamos empezando a ser ya una Iglesia perseguida”, fueron las palabras de Mons. Silvio Báez, Obispo Auxiliar de Managua, luego que paramilitares y simpatizantes del Gobierno lo atacaran junto al Cardenal Leopoldo Brenes y el Nuncio Apostólico, Mons. Waldemar Sommertag el pasado 9 de julio.
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