El Papa Francisco presidió este viernes 3 de noviembre, en la Basílica de San Pedro del Vaticano, la Misa en sufragio por los Cardenales y Obispos fallecidos durante el curso del año, y afirmó que para los cristianos “la muerte no tiene la última palabra”, porque “vivimos en la esperanza de la resurrección a la vida eterna en comunión con Cristo”.
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